Miguel S.
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Solo podemos dar las gracias a todo el equipo del Hospital veterinario de Ciudad Real. Se percibe la vocación y sensibilidad en cada uno de sus trabajadores. En nuestro caso, acudimos con nuestro perro Jack Russell por haber ingerido matarratas a una dosis que triplicaba la ingesta letal, con la mala suerte de que por el mecanismo de actuación del veneno no lo detectamos hasta pasados algunos días, cuando lamentablemente el proceso ya estaba muy avanzado y había producido varias hemorragias internas con muy mal pronóstico. Pese a lo crítico y poco esperanzador de la situación y gracias al empeño y trabajo riguroso por parte de todo el equipo, hoy seguimos con Merlín.
Muchas gracias a todos.