Por qué le suenan las tripas a mi perro

Los ruidos en las tripas de tu perro, conocidos como borborigmos, son normales y ocurren por el movimiento de gases y líquidos en el sistema digestivo. Pueden deberse al hambre, cambios en la dieta, ingestión de aire o incluso estrés. Sin embargo, si los sonidos van acompañados de vómitos, diarrea o letargo, podrían indicar un problema de salud más serio que requiere atención veterinaria.

Un perro tumbado bocarriba

Qué son los sonidos de las tripas y por qué ocurren

Los borborigmos son ruidos producidos por el movimiento de gases y líquidos dentro del sistema digestivo de tu perro. Este fenómeno ocurre debido a las contracciones musculares del intestino, que son parte normal del proceso digestivo. Aunque estos sonidos son comunes y, por lo general, inofensivos, hay casos en los que pueden señalar un problema subyacente.

Principales causas de los sonidos en las tripas de los perros

1. Hambre o estómago vacío

Una de las razones más comunes por las que le suenan las tripas a tu perro es porque tiene hambre. Cuando el estómago está vacío, el intestino sigue realizando movimientos para procesar los gases y cualquier residuo, lo que produce esos ruidos característicos. Si notas que los sonidos ocurren principalmente antes de sus comidas, es probable que solo necesite ser alimentado.

2. Ingestión de aire

Los perros que comen demasiado rápido tienden a tragar aire junto con su comida. Este aire puede desplazarse a través del sistema digestivo, generando sonidos en las tripas. Este problema es común en perros ansiosos o en aquellos que compiten por la comida con otros perros.

3. Cambios en la dieta

Un cambio repentino en la alimentación de tu perro puede alterar su microbiota intestinal y causar problemas digestivos, como gases o diarrea, que a menudo se acompañan de ruidos en el abdomen. Es importante introducir cualquier nuevo alimento de manera gradual para evitar estos problemas.

4. Indigestión o alimentos inadecuados

Algunos alimentos humanos o ciertos ingredientes en la comida comercial para perros pueden ser difíciles de digerir para ellos. Esto puede provocar ruidos intestinales, gases y malestar estomacal. Asegúrate de evitar alimentos tóxicos o poco recomendados para perros, como los productos con lactosa o los que contienen demasiadas grasas.

5. Parásitos intestinales

La presencia de parásitos como lombrices o giardias puede causar una variedad de síntomas gastrointestinales, incluidos los ruidos en las tripas. Otros signos asociados pueden incluir diarrea, vómitos, pérdida de peso o cambios en el apetito. Si sospechas que tu perro tiene parásitos, consulta a un veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuado.

6. Estrés o ansiedad

El estrés también puede afectar el sistema digestivo de tu perro, causando movimientos intestinales irregulares que generan sonidos. Los cambios en la rutina, un ambiente ruidoso o la presencia de nuevos estímulos pueden desencadenar esta reacción.

7. Problemas gastrointestinales más graves

Si los ruidos en las tripas van acompañados de síntomas como diarrea, vómitos, letargo o pérdida de apetito, podrían ser señal de afecciones más serias, como pancreatitis, alergias alimentarias, enfermedad inflamatoria intestinal o incluso una obstrucción intestinal. Estas condiciones requieren atención veterinaria inmediata.
 

Cuándo preocuparte por los sonidos en las tripas de tu perro

Aunque los ruidos intestinales suelen ser normales, hay ciertos casos en los que deberías prestar más atención. Si notas alguno de los siguientes síntomas junto con los ruidos, es momento de consultar a un veterinario:

  • Diarrea persistente o con sangre.
  • Vómitos frecuentes.
  • Pérdida de peso inexplicada.
  • Letargo o falta de energía.
  • Dolor abdominal evidente (tu perro puede quejarse o evitar ser tocado).

Estos signos pueden indicar problemas de salud que necesitan tratamiento profesional.
 

Cómo prevenir los ruidos en las tripas de tu perro

1. Alimentación adecuada

Asegúrate de que tu perro esté comiendo una dieta balanceada y apropiada para su edad, tamaño y nivel de actividad. Si decides cambiar de alimento, hazlo de manera gradual, mezclando el nuevo alimento con el anterior durante varios días.

2. Horarios regulares de comida

Mantener un horario de alimentación consistente ayuda a evitar que el estómago de tu perro esté vacío por demasiado tiempo, lo que puede reducir los ruidos intestinales.

3. Evita alimentos inadecuados

No le des comida humana que pueda ser difícil de digerir o dañina para su salud. Consulta siempre con tu veterinario antes de incluir nuevos alimentos en su dieta.

4. Control de parásitos

Realiza desparasitaciones periódicas según las recomendaciones de tu veterinario para prevenir infecciones que puedan causar molestias gastrointestinales.

5. Proporciónale un ambiente tranquilo

Si tu perro es propenso al estrés, procura proporcionarle un ambiente relajado y libre de factores que puedan alterarlo. Esto ayudará a prevenir problemas digestivos relacionados con la ansiedad.

Los ruidos en las tripas de tu perro, aunque suelen ser normales, pueden tener diversas causas que van desde algo tan simple como hambre hasta problemas de salud más serios. Observar su comportamiento, alimentación y cualquier síntoma asociado es clave para determinar si necesitas preocuparte. Si los ruidos persisten o se presentan junto con otros síntomas, no dudes en acudir al veterinario para asegurarte de que tu perro esté saludable y feliz.

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