Por qué hacen ruido las tripas de mi perro

Los ruidos intestinales en perros, conocidos como borborigmos, son sonidos producidos por el movimiento de gases y líquidos dentro del tracto digestivo. Aunque son normales en la mayoría de los casos, estos sonidos pueden ser más notorios en ciertas circunstancias y, en ocasiones, indicar problemas de salud subyacentes.

Causas normales de los ruidos intestinales

En muchos casos, los ruidos en las tripas de tu perro son completamente normales y forman parte del proceso digestivo. Algunas de las causas más comunes incluyen:

Digestión regular

Durante la digestión, los intestinos se contraen para mover los alimentos y líquidos, lo que genera sonidos. Esto es especialmente notorio después de una comida abundante.

Hambre

Cuando el estómago está vacío, el movimiento de los gases y la falta de alimentos para absorberlos pueden causar ruidos más audibles.

Cambio de dieta

Introducir un nuevo alimento puede alterar temporalmente el sistema digestivo de tu perro, lo que resulta en sonidos intestinales más fuertes mientras se adapta a la nueva dieta.

 

Causas relacionadas con problemas de salud

Aunque la mayoría de los ruidos intestinales son benignos, ciertos sonidos pueden ser signos de problemas de salud más graves. Es importante estar atento a otros síntomas que puedan acompañar estos ruidos.

Gastroenteritis

La inflamación del estómago o los intestinos puede causar ruidos fuertes junto con vómitos, diarrea o falta de apetito.

Parásitos intestinales

Los parásitos, como lombrices o giardias, pueden alterar el funcionamiento del sistema digestivo y provocar ruidos intestinales inusuales.

Obstrucción intestinal

Si tu perro ha ingerido un objeto extraño, este puede causar un bloqueo en los intestinos. Esto puede generar ruidos anormales, junto con síntomas como vómitos, dolor abdominal y falta de defecación.

Intolerancias o alergias alimentarias

Algunos perros son sensibles a ciertos alimentos, lo que puede causar ruidos intestinales, flatulencias o diarrea.

Síndrome de malabsorción

Este trastorno impide que el sistema digestivo absorba correctamente los nutrientes, lo que puede provocar sonidos intestinales junto con pérdida de peso y heces anormales.

 

Cuándo preocuparse por los ruidos intestinales

No todos los ruidos intestinales son motivo de preocupación, pero ciertos signos pueden indicar la necesidad de atención veterinaria. Presta atención si:

  • Los ruidos son persistentes y acompañados de otros síntomas como vómitos, diarrea o letargo.
  • Tu perro muestra signos de dolor abdominal, como encorvarse o gemir al tocar su abdomen.
  • Hay pérdida de apetito o cambios drásticos en sus hábitos de alimentación.

 

Cómo manejar los ruidos intestinales en casa

Si los ruidos en las tripas de tu perro son leves y no están acompañados de otros síntomas, puedes tomar medidas para aliviar el malestar.

Ajustar la dieta

Evita cambios bruscos en la alimentación y asegúrate de que la dieta de tu perro sea equilibrada y adecuada para su edad, tamaño y nivel de actividad.

Fraccionar las comidas

Ofrecer varias comidas pequeñas al día en lugar de una o dos grandes puede ayudar a reducir los ruidos intestinales. Esto evita que el estómago esté completamente vacío durante largos períodos.

Hidratación adecuada

Mantén a tu perro bien hidratado. El agua facilita el movimiento de los alimentos a través del sistema digestivo y ayuda a prevenir la acumulación de gases.

Evitar alimentos problemáticos

Identifica si hay alimentos que puedan estar causando problemas digestivos y elimínalos de la dieta. Por ejemplo, algunos perros son sensibles a los lácteos o los granos.

 

Cuándo acudir al veterinario

Si los ruidos intestinales persisten o están acompañados de otros síntomas preocupantes, es importante consultar a un veterinario. El profesional puede realizar exámenes, como análisis de sangre o ecografías, para identificar cualquier problema subyacente.

Los ruidos en las tripas de tu perro suelen ser parte del proceso digestivo normal, pero pueden ser un indicio de problemas de salud en ciertos casos. Observar el comportamiento y los hábitos de tu mascota es clave para determinar si los sonidos son motivo de preocupación. Ante cualquier duda, consulta con tu veterinario para garantizar el bienestar de tu perro.

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