Linfoma en gatos: síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento

El linfoma en gatos es uno de los tipos de cáncer más frecuentes en esta especie. Se trata de un tumor que afecta a los linfocitos, células clave del sistema inmunitario, y puede localizarse en diversas partes del cuerpo como los ganglios linfáticos, el tracto digestivo, el mediastino, la médula ósea o los riñones.

Aunque es una enfermedad grave, el diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado pueden mejorar notablemente la calidad de vida y la supervivencia del gato afectado.
En Evidensia, te explicamos qué es el linfoma felino, cómo reconocer sus síntomas, cómo se diagnostica y qué opciones de tratamiento existen actualmente.
Un gato en el veterinario

¿Qué es el linfoma en gatos?

El linfoma es un cáncer de origen hematológico que se forma a partir de los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. En los gatos, el tipo más común es el linfoma de células B, aunque también puede presentarse el de células T.
La enfermedad puede presentarse en diferentes formas según su localización:
  • Linfoma mediastínico (en el pecho)
     
  • Linfoma gastrointestinal
     
  • Linfoma renal
     
  • Linfoma multicéntrico (cuando afecta varios órganos o ganglios)
     

Causas y factores de riesgo

Las causas exactas no siempre son claras, pero se han identificado varios factores de riesgo asociados:
  • Infección por el virus de la leucemia felina (FeLV)
     
  • Infección por el virus de la inmunodeficiencia felina (FIV)
     
  • Factores genéticos (los gatos siameses presentan una mayor predisposición)
     
  • Exposición a pesticidas, humo del tabaco y otros tóxicos ambientales
     
  • Sistemas inmunitarios debilitados por otras enfermedades o tratamientos
     

Síntomas del linfoma en gatos

Los signos clínicos pueden variar en función de la localización del tumor, pero los más comunes incluyen:
  • Pérdida de peso inexplicada
     
  • Vómitos y diarrea persistente (especialmente en el linfoma digestivo)
     
  • Letargo o apatía
     
  • Disminución del apetito
     
  • Dificultad para respirar (si el linfoma es mediastínico)
     
  • Agrandamiento de ganglios linfáticos
     
  • Cambios en el comportamiento o hábitos de eliminación
     

¿Cómo se diagnostica el linfoma en gatos?

Para confirmar el diagnóstico, el veterinario puede realizar varias pruebas:

Examen clínico y anamnesis

Evaluación del estado general del gato y palpación de ganglios u órganos abdominales.

Análisis de sangre y orina

Pueden mostrar alteraciones como anemia, linfocitosis o signos de enfermedad sistémica.

Pruebas de imagen

Ecografías y radiografías ayudan a determinar la localización y extensión del linfoma.

Citología o biopsia

A través de una punción con aguja fina o una biopsia quirúrgica, se analiza el tejido afectado para confirmar el tipo de linfoma.

Tratamiento del linfoma en gatos

El tratamiento más habitual es la quimioterapia, que puede mejorar los síntomas y prolongar la vida del gato, especialmente si se detecta a tiempo.

Principales fármacos utilizados en gatos

  • Prednisona: oral, 1–2 mg/kg cada 24 h
     
  • Vincristina: intravenosa, 0.025 mg/kg cada 7 días (máx. 0.5 mg/dosis)
     
  • Doxorrubicina: intravenosa, 10 mg/m² cada 21 días
     
  • Ciclofosfamida: oral, 2–3 mg/kg cada 48 h
     

Tratamientos complementarios

  • Antieméticos: para controlar los vómitos durante la quimioterapia
     
  • Suplementos nutricionales, como omega 3
     
  • Transfusiones, si existe anemia grave
     
  • Soporte en casa con dieta adaptada y control del dolor
     
El protocolo exacto dependerá del tipo de linfoma, el estado general del gato y su respuesta inicial al tratamiento.

Pronóstico y esperanza de vida

El pronóstico del linfoma en gatos varía según la localización y la respuesta al tratamiento. En general:
  • Linfoma gastrointestinal suele tener un pronóstico más reservado
     
  • Linfoma mediastínico asociado a FeLV puede ser más agresivo
     
  • Algunos gatos tratados pueden vivir de seis meses a más de dos años
     
El linfoma de células B suele tener una mejor respuesta terapéutica que el de células T.

¿Se puede prevenir el linfoma en gatos?

No todos los casos son evitables, pero hay medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo:
  • Vacunación y control del FeLV y FIV
     
  • Evitar el contacto con gatos infectados
     
  • Ambiente libre de humo y productos tóxicos
     
  • Revisiones veterinarias regulares, especialmente en gatos mayore
El linfoma en gatos es una enfermedad seria, pero el diagnóstico precoz y un plan de tratamiento adaptado pueden marcar una gran diferencia en la vida del animal. Con la ayuda de un equipo veterinario especializado, muchos gatos logran mantener una buena calidad de vida durante meses o incluso años.
En Evidensia, trabajamos para ofrecer siempre el mejor cuidado posible. Si notas síntomas sospechosos o tu gato ya ha sido diagnosticado, pide cita en tu centro más cercano y déjanos ayudarte a cuidar de él.