Sarna en gatos: tipos, tratamiento y contagio

La sarna es una enfermedad cutánea altamente contagiosa que afecta tanto a perros como a gatos. En los gatos, la sarna es causada por ácaros que infestan la piel y causan una serie de síntomas incómodos.

Es importante entender las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento disponibles para ayudar a los gatos afectados por esta enfermedad.

 

Cuál es la causa de la sarna en gatos

La sarna en gatos es causada por una infestación de ácaros. Estos ácaros, conocidos como Notoedres cati, se propagan de un gato a otro a través del contacto directo. Algunas de las causas comunes de la sarna en gatos incluyen:

Contacto con gatos infestados: Los gatos pueden contraer sarna al entrar en contacto con otros gatos infestados. Esto puede ocurrir durante el juego, la convivencia en entornos de múltiples gatos o incluso al estar al aire libre.

Bajas defensas inmunológicas: Los gatos con un sistema inmunológico debilitado son más susceptibles a la sarna. Esto puede ser el resultado de enfermedades subyacentes, estrés o malnutrición.
 

Síntomas de la sarna en gatos

La sarna en gatos presenta una serie de síntomas reconocibles que afectan principalmente la piel y el pelaje del animal:

Picazón intensa: La picazón es uno de los síntomas más comunes de la sarna en gatos. Los gatos afectados pueden rascarse excesivamente, lamerse o morderse la piel de manera persistente.

Pérdida de pelo: La infestación de ácaros puede provocar la pérdida de pelo en áreas afectadas. Esto puede resultar en parches de piel calva o con una apariencia escamosa.

Lesiones en la piel: La piel de los gatos con sarna puede volverse enrojecida, inflamada y presentar costras. Además, pueden formarse heridas abiertas debido al rascado excesivo y al traumatismo causado por el propio gato.

Engrosamiento de la piel: En casos más severos de sarna, la piel puede engrosarse y volverse áspera al tacto.


Tipos de sarna en gatos


Sarna Notoédrica (Sarna Felina)

Es una forma común de sarna en gatos, causada por el ácaro Notoedres cati. Este parásito se transmite de gato a gato a través del contacto directo. La sarna notoédrica provoca picazón intensa en la piel del gato, especialmente en la cabeza, el cuello y las orejas. Los gatos afectados pueden rascarse excesivamente y mostrar pérdida de pelo y enrojecimiento de la piel. También pueden desarrollar costras y heridas debido a su constante rascado.


Sarna Otodéctica (Otodectes Cynotis)

Aunque la sarna otodéctica no es específicamente una sarna cutánea, es importante mencionarla debido a su relevancia en gatos. Este ácaro se localiza en el conducto auditivo de los gatos y se alimenta de la cera del oído. Los síntomas incluyen rascado excesivo de las orejas, sacudidas frecuentes de la cabeza y secreción de cera oscura y seca en el oído. La sarna otodéctica es altamente contagiosa entre gatos y puede transmitirse a otros animales cercanos.


Cheyletiellosis (Sarna Caminante)

La cheyletiellosis es causada por el ácaro Cheyletiella blakei. Aunque técnicamente no es una sarna, se conoce comúnmente como "sarna caminante". Los ácaros infestan la piel del gato y provocan picazón, enrojecimiento y descamación. Una característica distintiva de esta condición es que los ácaros son visibles a simple vista, lo que le da el nombre de "caminante" debido a que se ven como pequeños puntos blancos o amarillentos que se mueven en la piel del gato.

Sarna Sarcoptica:

Aunque es más común en perros, la sarna sarcoptica también puede afectar a los gatos. Está causada por el ácaro Sarcoptes scabiei, que puede transmitirse entre diferentes especies animales. Los gatos con sarna sarcoptica presentan picazón intensa y pueden desarrollar lesiones en la piel, costras y pérdida de pelo. Es importante tener en cuenta que la sarna sarcoptica en los gatos es menos común que en los perros.
 

Cuál es el tratamiento de la sarna para los gatos

El tratamiento de la sarna en gatos generalmente implica un enfoque multidimensional para eliminar los ácaros y aliviar los síntomas. Aquí se presentan algunas medidas comunes utilizadas por los veterinarios:

Medicamentos antiparasitarios: Los veterinarios pueden recetar medicamentos antiparasitarios tópicos o sistémicos para eliminar los ácaros. Estos medicamentos pueden incluir productos a base de selamectina, fipronil, moxidectina o ivermectina.

Baños medicados: Los baños medicados con soluciones específicas pueden ayudar a aliviar la picazón y promover la curación de la piel. Los ingredientes activos comunes en estos baños incluyen peróxido de benzoilo o productos a base de azufre.

Tratamiento de infecciones secundarias: Si el gato ha desarrollado infecciones bacterianas o fúngicas como resultado de la sarna, se pueden recetar antibióticos o antifúngicos para tratar estas afecciones secundarias.

Ambiente y cuidado personal: Es fundamental desinfectar y limpiar el entorno del gato, incluyendo camas, mantas y juguetes, para evitar la propagación de los ácaros. Además, se debe mantener al gato limpio y cómodo, evitando el rascado excesivo y la automutilación.

Es importante consultar a un veterinario tan pronto como se sospeche de la presencia de sarna en un gato. El veterinario realizará un examen físico completo, tomará muestras de piel para análisis y podrá recomendar un plan de tratamiento adecuado para el gato afectado.