Hospital Veterinario Molins

maria

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Entramos a urgencias por lo que nosotros pensábamos que eran solo vomitos pero nuestra perrita se nos estaba muriendo en brazos. Esta es nuestra historia: Acudimos porque el día anterior Bela había pasado todo el día ingresada por dolor y vomitos en nuestra clínica veterinaria habitual y al “ver” que era un cuerpo extraño nos dieron el alta diciéndonos que lo tenía que expulsar a través de las heces. A las horas de traerla a casa todo cambió. Empezó a vomitar muchísima sangre y a beber mucha agua, la cogimos y fuimos corriendo al hospital de Molins. Allí nos atendieron rápidamente, le hicieron ecografía donde se veía líquido libre en su abdomen, analizaron este líquido y le hicieron analíticas, nos enviaron para casa para esperar los resultados. A las 3h nos llamaron dándonos la peor de las noticias, Bela estaba muy grave. Fue una cirugía de urgencia muy complicada y con mucho riesgo, Bela luchó con todas sus fuerzas. Había sufrido una torsión intestinal, se realizó una enterectomía y le quitaron 40cm de intestino. A los dos días de la cirugía todo se complicó, nuestra negrita estaba sufriendo mucho, nos dieron la opción de re intervenir pero nos dijeron que posiblemente no aguantaría ni la anestesia, estaba muy muy malita. Al ver su gran sufrimiento decidimos que descansara de una vez en paz. Obviamente no hemos tenido una buena experiencia ya que entramos a la clínica con nuestra perrita de año y medio y a los dos días salimos con las manos vacías y el corazón roto. Pero nosotros sí creemos que hicieron todo lo posible para salvarla, pudimos ver con nuestros ojos el cariño con que la trataban, le tomaban las constantes virales cada 2x3 y cuando decidimos dormirla vimos la cara de sufrimiento de los auxiliares y veterinarios que estaban en ese momento allí. El coste en total de la cirugía, pruebas, medicación, etc, y los dos días de ingreso en la UCI fueron casi 4 mil euros. Nos pedían mil más en el caso de necesitar transfusión de sangre. Queremos agradecer eternamente a todo el equipo, especialmente a sus cirujanas y anestesista M.Torrell, M.Alcaide y C.Yarza. No tuvimos el placer de conoceros personalmente pero sé que hicisteis lo que pudisteis. No se quien fue de vosotras pero, tuviste una humanidad y un trato excepcional en la llamada donde nos explicaste cómo había salido la cirugía. Por otro lado, agradecer especialmente a M. Sellares y a X. Fernández. Sois unos grandes profesionales y nos hicisteis sentir arropados en el peor momento de nuestra vida. Mil veces gracias. Con quien no quedamos contentos fue con “su veterinaria” Andrea (la pongo entre comillas porque le asignaron a esta mujer como su veterinaria pero no la volvimos a ver ni hablar más) aún sabiendo en el estado tan crítico en el que estaba nuestra perra, fue una persona fría y muy poco empatica. No queríamos comentar nada pero al ver tantos comentarios negativos hacia ella pienso que es importante que la clínica lo sepa. Descansa en paz negrita, que injusta ha sido la vida contigo siendo tan pequeña, tenías toda la vida por delante. Te vamos a querer siempre❤️‍🩹