Dirofilaria repens en perros

Dirofilaria repens es un parásito nematodo que afecta principalmente a perros, aunque también puede infectar a gatos y, en raras ocasiones, a seres humanos. Este parásito es transmitido por la picadura de mosquitos infectados y tiene la capacidad de migrar a través del sistema circulatorio del huésped, estableciéndose en diferentes tejidos y órganos. Aunque se conoce mejor en regiones de Europa, Asia y África, los casos de Dirofilaria repens han ido en aumento en diversas partes del mundo debido al cambio climático y a la expansión de los mosquitos vectores.

Qué es la Dirofilaria repens en perros

Dirofilaria repens es un gusano redondo (nematodo) que pertenece a la familia Filariidae. A diferencia de su pariente cercano Dirofilaria immitis, el cual es responsable de la enfermedad conocida como "dirofilariosis canina" (también conocida como "gusano del corazón"), D. repens se localiza principalmente en los tejidos subcutáneos del perro. Los adultos de Dirofilaria repens pueden llegar a medir entre 10 y 30 cm de largo, y sus larvas son liberadas en el torrente sanguíneo, donde son ingeridas por los mosquitos durante la picadura. Posteriormente, las larvas se desarrollan en el insecto y, al ser picado nuevamente por el mosquito, el ciclo de transmisión se repite.

Síntomas de la dirofilaria repens

Los síntomas de la infección por Dirofilaria repens en perros pueden ser bastante variados. A menudo, los perros infectados pueden no presentar signos clínicos evidentes en las primeras fases de la enfermedad. Sin embargo, conforme el parásito se establece en el animal, pueden aparecer diferentes manifestaciones.

Los principales síntomas son:

  • Bultos subcutáneos: Los gusanos adultos pueden formar nódulos o bultos en la piel del perro, que generalmente son dolorosos al tacto.
  • Linfadenopatía: Inflamación de los ganglios linfáticos cercanos a los lugares donde se encuentran los gusanos adultos.
  • Irritación en la piel: El movimiento de los gusanos puede causar enrojecimiento, picazón y lesiones en la piel.
  • Síntomas respiratorios: En casos graves, las larvas pueden migrar a los pulmones, lo que provoca tos y dificultad respiratoria.

Aunque la enfermedad puede ser crónica y de evolución lenta, los signos pueden volverse más evidentes conforme aumentan la carga parasitaria y las complicaciones asociadas.

Cómo saber si mi perro tiene Dirofilaria 

El diagnóstico temprano es crucial para evitar complicaciones graves en los perros afectados. A menudo, el diagnóstico se realiza mediante una combinación de métodos clínicos y pruebas de laboratorio, tales como:

  1. Examen físico y antecedentes: El veterinario examinará al perro en busca de bultos subcutáneos o signos de irritación en la piel. También es importante recopilar información sobre el entorno del perro, como si vive en una zona donde los mosquitos son comunes.
  2. Análisis sanguíneos: Se puede realizar un análisis de sangre para detectar la presencia de microfilarias (larvas inmaduras) en el torrente sanguíneo. Este análisis puede requerir el uso de técnicas especiales de concentración para identificar las microfilarias.
  3. Ecografía o radiografía: En casos en los que el parásito ha migrado a los pulmones o a otros órganos internos, las imágenes de diagnóstico como ecografías o radiografías pueden ayudar a localizar la infección.

Es importante destacar que, a diferencia de D. immitis, la presencia de microfilarias no siempre es un indicador concluyente de la infección en perros. Las microfilarias de Dirofilaria repens pueden ser difíciles de identificar sin un equipo especializado.

Cómo curar la Dirofilaria en perros

El tratamiento de Dirofilaria repens generalmente involucra la eliminación de los gusanos adultos y el manejo de cualquier síntoma relacionado con la infección. El enfoque terapéutico puede incluir:

  1. Antiparasitarios: Los veterinarios pueden recetar medicamentos como la ivermectina o la milbemicina, que son eficaces para eliminar las microfilarias en la sangre. En algunos casos, los gusanos adultos también pueden tratarse con estos fármacos, aunque esto depende de la carga parasitaria y de la localización de los gusanos.
  2. Intervención quirúrgica: En casos donde los gusanos forman bultos grandes y dolorosos o cuando las larvas migran a los pulmones, puede ser necesario realizar una cirugía para retirar los parásitos.
  3. Tratamiento sintomático: Si el perro presenta lesiones en la piel o inflamación, se pueden prescribir medicamentos antiinflamatorios y antibióticos para controlar las infecciones secundarias.

Es crucial realizar un seguimiento veterinario constante durante el tratamiento para asegurarse de que la carga parasitaria disminuya y que no haya efectos secundarios graves.
 

¿Cuánto vive un perro con Dirofilaria?

La esperanza de vida de un perro diagnosticado con Dirofilaria (también conocida como la enfermedad del gusano del corazón) puede variar mucho dependiendo de varios factores, como el estado general de salud del perro, la gravedad de la infección, la rapidez con la que se detecta y el tratamiento que reciba. Sin tratamiento, la enfermedad es progresiva y puede ser mortal, ya que los gusanos adultos pueden obstruir el corazón, los pulmones y los vasos sanguíneos, lo que afecta gravemente a los órganos vitales.

Sin tratamiento

  • En casos graves y avanzados, un perro puede vivir de unos pocos meses a uno o dos años antes de que la enfermedad se vuelva terminal.
  • Los perros con infecciones leves o moderadas pueden vivir algunos años con la enfermedad, pero generalmente sufrirán una disminución gradual de su calidad de vida y eventualmente presentarán complicaciones graves.

Con tratamiento

  • Si el perro recibe tratamiento temprano y adecuado, tiene una alta probabilidad de recuperación y puede vivir una vida normal o casi normal.
  • El tratamiento suele implicar medicamentos para eliminar los gusanos adultos y, en algunos casos, una cirugía en casos extremos. Este proceso puede ser costoso y llevar varios meses de recuperación y cuidados.
  • Con el tratamiento adecuado, los perros infectados pueden volver a tener una expectativa de vida similar a la de un perro sano, especialmente si la enfermedad fue detectada en sus primeras etapas.

Prevención como mejor enfoque

La prevención es clave, especialmente en áreas donde la dirofilariosis es común. Existen medicamentos preventivos que se administran regularmente y protegen a los perros contra la infección.

Si tienes un perro diagnosticado con Dirofilaria o sospechas que pueda estar infectado, es fundamental consultar a un veterinario para establecer un plan de tratamiento y seguimiento adecuado.

Prevención de Dirofilaria repens

La prevención de Dirofilaria repens en perros se centra principalmente en evitar las picaduras de mosquitos infectados. Las medidas preventivas incluyen:

  1. Uso de repelentes de mosquitos: Existen productos específicos para perros, como pipetas y collares, que ayudan a repeler a los mosquitos. Estos deben ser aplicados de acuerdo con las recomendaciones del veterinario.
  2. Control ambiental: Reducir la exposición de los perros a áreas donde los mosquitos son más prevalentes puede ser una estrategia útil. Evitar que los perros salgan en las horas de mayor actividad de los mosquitos (al amanecer y al atardecer) también es recomendable.
  3. Tratamientos preventivos: En algunas regiones, los veterinarios pueden recomendar tratamientos preventivos con medicamentos que inhiben el desarrollo de las microfilarias, aunque estos tratamientos están más enfocados a la prevención de la dirofilariosis cardiopulmonar causada por D. immitis.

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