Asma en gatos: síntomas, diagnóstico y tratamiento

El asma en gatos, también conocida como asma felina o bronquitis alérgica felina, es una enfermedad respiratoria crónica que afecta a más gatos de lo que se suele pensar. Aunque puede parecer una dolencia leve, lo cierto es que, si no se detecta y trata a tiempo, puede tener consecuencias graves e incluso comprometer la vida del animal. En este artículo te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el asma en gatos: sus síntomas, diagnóstico, tratamientos disponibles y cómo afecta a su calidad y esperanza de vida.

Un gato estudiado con un forendoscopio

¿Qué es el asma en gatos?

El asma felina es una enfermedad inflamatoria de las vías respiratorias bajas que se produce cuando el sistema inmunitario del gato reacciona de forma exagerada a sustancias presentes en el ambiente, como el polvo del arenero, el polen, el humo del tabaco o ciertos aerosoles. Esta reacción provoca una inflamación de los bronquios, con contracción de las vías respiratorias y producción de moco, dificultando la entrada de aire en los pulmones.
Aunque puede afectar a cualquier gato, se diagnostica con mayor frecuencia en animales jóvenes o de mediana edad, entre los 2 y los 8 años. También parece haber una ligera predisposición en gatos siameses y otras razas orientales.

Principales síntomas del asma felina

Reconocer los síntomas del asma en gatos es fundamental para acudir al veterinario a tiempo. Los más frecuentes son:
  • Tos seca, crónica o en episodios intermitentes
     
  • Dificultad para respirar, especialmente durante la espiración
     
  • Respiración rápida o jadeo con la boca abierta (taquipnea)
     
  • Ruidos respiratorios como silbidos o estertores (sibilancias)
     
  • Postura encorvada con el cuello estirado al intentar respirar
     
  • Intolerancia al ejercicio, apatía o letargo
     
  • En casos graves, cianosis (color azulado en encías y mucosas)
     
Muchos cuidadores confunden la tos asmática con el intento de expulsar bolas de pelo. Por eso es clave observar con atención la frecuencia, duración y circunstancias en las que se producen estos episodios.

¿Cómo se diagnostica el asma en gatos?

El diagnóstico del asma felina requiere un enfoque clínico completo, ya que sus síntomas se solapan con los de otras enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica, infecciones pulmonares o incluso problemas cardíacos.
Las principales pruebas diagnósticas incluyen:
  • Exploración física con auscultación pulmonar
     
  • Radiografía torácica
     
  • Análisis de sangre
     
  • Pruebas serológicas para descartar parásitos como el gusano del corazón
     
  • Broncoscopia y lavado broncoalveolar
     
  • TC torácico en casos complejos
     
Es importante destacar que en alrededor del 20% de los gatos asmáticos las radiografías pueden resultar normales, por lo que la valoración del conjunto clínico es esencial.

Tratamiento del asma en gatos

El tratamiento del asma en gatos tiene como objetivo controlar los síntomas, reducir la inflamación y mejorar la calidad de vida del animal. Las principales opciones terapéuticas son:
  • Broncodilatadores: ayudan a abrir las vías respiratorias y facilitar la entrada de aire.
     
  • Corticoides: reducen la inflamación bronquial. Se pueden administrar por vía oral o mediante inhaladores adaptados para gatos.
     
  • Antibióticos: solo si hay una infección secundaria.
     
  • Oxigenoterapia: en situaciones de crisis asmática.
     
  • Mucolíticos: para reducir la acumulación de moco en los bronquios.
     
Muchos gatos con asma responden muy bien a la medicación y pueden llevar una vida totalmente normal si el tratamiento se aplica de forma constante y controlada.

Prevención y cuidados en casa

Aunque el asma felina no se puede prevenir del todo, sí podemos reducir la frecuencia de las crisis controlando los desencadenantes ambientales. Algunas medidas útiles son:
  • Evitar arenas para gatos con polvo o perfumes
     
  • No fumar dentro de casa
     
  • Eliminar el uso de aerosoles, ambientadores e inciensos
     
  • Limpiar y ventilar el hogar con regularidad
     
  • Evitar el estrés y mantener al gato en su peso ideal
     

Esperanza de vida de un gato con asma

Con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, la esperanza de vida de un gato con asma puede ser similar a la de un gato sano. Muchos gatos asmáticos viven más de 15 años, llevando una vida activa y feliz. La clave está en el control de la enfermedad, el seguimiento veterinario y un entorno libre de alérgenos.

¿Tu gato presenta síntomas de asma?

Si has notado que tu gato tose con frecuencia, respira con dificultad o presenta alguno de los síntomas descritos, no lo dudes: acude a tu clínica veterinaria de Evidensia más cercana. Nuestro equipo de profesionales está preparado para ofrecer un diagnóstico preciso y diseñar un plan de tratamiento personalizado que le devuelva a tu gato la calidad de vida que se merece.